No hay un producto más popular y apreciado por quienes nos visitan (sobre todo en verano, en los chiringuitos) que la sardina, esa pequeña ‘flecha de plata’ que, junto a la caballa, es uno de los bocados más preciados de los atunes rojos de nuestras almadrabas y, a su vez, más presente en la dieta de los habitantes de La Janda.
De lomo oscuro y cuerpo plateado, la sardina es uno de los pescados con mayores valores nutricionales. Se trata de un pescado azul , con una alta proporción de grasa saludable (omega 3), muy rica en fósforo, selenio, yodo, hierro, magnesio y vitaminas B12, B6 y B3.
Una vez en puerto, las sardinas las podemos degustar tanto en los establecimientos hosteleros de nuestra comarca, de forma muy especial en los chiringuitos de playa, o en nuestra propia casa, ya que es muy fácil de preparar y su precio, aunque sube en verano, es asequible.
En cuanto a su preparación, las más populares son asadas o fritas, aunque también son protagonistas de elaborados guisos marineros.