Nada, absolutamente nada sería igual sin nuestro aceite de oliva virgen extra, ese delicado elixir de mil y un perfumes que se antoja el complemento perfecto, obligado, para el universo gastronómico de un territorio que rinde culto a la rica dieta mediterránea.
Aceites eternos, que hunden sus raíces en olivares de interior, amoldados al perfil de un paisaje ondulado, y a orillas de nuestro litoral, regados por las brisas del Atlántico.
Aceites que entrañan la sabiduría de nuestros sacrificados olivareros, que no han dejado de evolucionar en la búsqueda de aromas sin los que nada sería igual.
El aceite en La JandaAlmazara Sancha PérezOlivar El Herrerillo
Así es el aceite de La Janda
La comarca de la Janda ha sido un territorio muy ligado al cultivo del olivo con importantes olivares en las zonas de San José del Valle, Medina Sidonia y el entorno de Conil de la Frontera, donde en la actualidad encontramos referencias con cierta tradición y otros olivares emergentes que empiezan a dibujar el paisaje comarcal dinamizando la economía de las localidades circundantes, como es el caso del entorno del término municipal de Medina Sidonia y Paterna de Rivera.
La especie oliva seleccionada, las propiedades de la tierra donde están los cultivos, cerca de la sierra por un lado, en plena campiña y cerca del mar por otro, otorgan y dan a estos cultivos y al producto final, la singularidad que les diferencia del resto de productos de su mismo género, en calidad, sabor y esencia.
Leer más