Al abrigo del Concurso Internacional del Cante por Peteneras, Paterna de Rivera celebra cada año una Semana Cultural, evento que gira en torno al flamenco y, muy en especial, a la petenera.

Dicha semana, con celebración en el mes de julio, cuenta con exposiciones, conferencias, actuaciones de jóvenes talentos e, incluso, con la presentación de los últimos trabajos discográficos de esos cantaores que, como el maestro Rufino, son embajadores de este cante.

Semana que pone su broche de oro con la celebración de la Final del Concurso Internacional del Cante por Peteneras.

Catedral del flamenco en la comarca, Paterna de Rivera es escenario entre los meses de junio y julio de uno de los grandes eventos de este arte a nivel nacional e internacional, uno de esos que, si te apasiona el flamenco, no te puedes perder.

No en vano este concurso, el Internacional de Cante por Peteneras, rinde culto a ese palo que nació de la garganta de una bella, fuerte y apasionada del flamenco, Dolores La Petenera.

Fue en 1972 cuando este concurso, fruto de la inquietud y experiencia del Perro de Paterna en los certámenes de Las Minas (lo ganó en 1971) y Córdoba, así como de otros apasionados del flamenco, celebró su primera edición.

Desde entonces, este concurso, que adquirió la catalogación de internacional, ha homenajeado a su palo con las voces de aficionados, cantaores de prestigio y jóvenes promesas.

Fue en 1970 cuando Paterna de Rivera celebró la primera edición del que ya es uno de sus eventos flamencos, y a su vez religioso, más destacados, su Misa flamenca.

Impulsado por El Perro de Paterna, que ya había asistido en Sevilla a la primera misa flamenca que se celebró, y Serafín Galán, en aquel primer evento en honor al patrón de la localidad, San Sebastián, actuaron el propio cantaor, Rufino de Paterna, Niño de la Cava y Paco Sánchez, quienes contaron con el toque de Seisdedos, Juan Clavijo.

Desde entonces, Paterna de Rivera no ha faltado a un evento en el que se han dado cita numerosos cantaores y en el que se genera un ambiente flamenco-religioso a través de los cantes que acompañan a cada rezo.

Aún resuenan en La Chanca de Conil, en su patio, los cantes de aquellos almadraberos que acompasaban letra, música y corazón en la esforzada tarea de armar el mágico laberinto de los atunes rojos. Una huella cultural y artística que ha recuperado el Festival de Flamenco Atún Rojo de Almadraba.

Heredero del buen hacer de La Jábega Flamenca de los ochenta, este festival, que se desarrolla en ese tiempo (julio) en el que los copos hierven en aguas de La Janda con la presencia de los ‘gigantes de plata’, alterna en su escenario la presencia y la magia de figuras consagradas del arte y el empuje y la sorpresa de jóvenes valores.

Escucharlos en un lugar tan especial como el patio de la Chanca de Conil de la Frontera, a poquitos, muy poquitos metros del mar, es una experiencia a la que no debes renunciar.