Campiña

Campiña

La campiña jandeña ocupa la mayor parte de la comarca, perteneciendo la inmensa mayoría de esta superficie a la cuenca media y baja del Barbate, aunque es la que tiene una vegetación con menor interés ecológico debido a que la agricultura ha colonizado gran parte de estas tierras. Es en las zonas donde la ganadería extensiva no ha dejado paso a la agricultura, como ocurre en amplias zonas de Benalup-Casas Viejas y Medina, donde localizamos el dominio de árboles como el alcornoque y, sobre todo, el acebuche, que en esta comarca se presenta en forma de árbol, localizándose los ejemplares más grandes de Europa. Además del acebuche y del alcornoque, nos encontramos el lentisco, la coscoja, la carrasca, el majoleto, la olivilla, el espino negro, el sanguino y una gran extensión de palmitos, otra de las joyas de la corona de la vegetación de la comarca de la Janda, ya que es la única palmera europea existente.

En la campiña, donde la ganadería extensiva sí le ganó el pulso a la agricultura, por su alto grado de conservación natural, la fauna de estos lugares tiene una gran importancia ecológica, algunas de las especies forman parte de la caza menor que vienen a enriquecer la gastronomía jandeña: las aves de matorral como los zorzales, las especies que se refugian en el matorral como la perdiz y el conejos. 

Además de ser el lugar idóneo para el pastoreo de todo tipo de ganado, también cuenta con unas magníficas condiciones para el cultivo de viñedos y olivares que históricamente han existido en este territorio, tanto en el interior, San José del Valle, como cerca de la franja costera como es el caso de Conil.