A escasa distancia de los intensos azules del Atlántico, en tierras que atesoran delicados toques salinos, tiene lugar uno de los grandes ‘milagros’ de la gastronomía jandeña, la Huerta de Conil.
Despensa ilustre de colores, sabores y texturas por la que suspiran las cocinas más distinguidas, es fuente inagotable de inspiración de esos cocineros que buscan productos puros, esos que, aún hoy, hablan de esa agricultura de temporada, sabia y paciente; respetuosa con el entorno que la alimenta.
Crisol de verduras, hortalizas y frutas carnosas, dulces, ácidas… con nombres y apellidos, que viajan más allá de sus fronteras naturales para acompañar o ser protagonistas distinguidas de platos que rinden culto a la esencia más pura del producto.
Así es la Huerta de Conil
La riqueza y el prestigio del campo y la huerta conileña es más que conocida y reconocida más allá de los límites de la provincia de Cádiz Y es que en el entorno más inmediato del río Salado y Conilete, florecen ricas y frondosas huertas que ofrecen unas verduras, frutas, hortalizas, legumbres y cereales de una excelente calidad.
La pesca y el mar han sido históricamente los principales protagonistas en la actividad económica de los pueblos del litoral de la Janda, como son los casos de Conil y Barbate, pero a lo largo de los siglos, el campo y la huerta han ido ganando enteros, ya que poblaciones como Conil de la Frontera, lejos de dar la espalda al campo, ha sabido sacar provecho de lo mejor de la tierra.
Sin perder la cara al mar y a la pesca, Conil y su gente ha sabido no obviar a la tierra, haciendo de su huerta la despensa de la provincia de Cádiz con una producción muy especializada a la vez que variada, ofreciendo una materia prima de calidad que hace las delicias de los fogones de ventas y restaurantes del lugar.
Rica verdura, hortaliza y fruta que en perfecta combinación con los productos del mar, se presentan como uno de los garantes turísticos de este rincón jandeño a través de su magnífica gastronomía basada en recetas de siempre, con productos de calidad y con el toque personal e innovador de los chefs del lugar.
El mar y la tierra, pescado, carnes y productos de la huerta y el campo de una comarca colmada de sabores.