Repostería de La Janda

Entre el mar y la sierra, entre los Parques Naturales de La Breña y Los Alcornocales, entre el río Barbate y el Guadalete se expande la campiña y los campos de La Janda, con una agricultura extensiva cerealista, con dehesas y ganado, olivares y viñedos, zonas silvestres y bosques bajos entre los que se abren campos de que ofrecen magníficos productos y frutos silvestres que complementan nuestra rica gastronomía que, a base de los frutos de las frondosas huertas de regadío, forman parte del recetario jandeño.

Las huertas de las cuencas del Barbate y el Guadalete ofrecen un producto estacional de una magnífica calidad que ofrecen mil alternativas para la cocina más tradicional e innovadora de la comarca de la Janda. 

Verduras, hortalizas y productos silvestres que conforman la materia prima para la dieta tradicional jandeña, los ingredientes perfectos para las recetas de siempre, para las salsas y conservas que llevan los sabores de la comarca de la Janda más allá de la Península Ibérica, del mismo modo que son los protagonistas de los platos más reputados y demandados en nuestras ventas y restaurantes.

La Huerta JandeñaCantizano salsas

Cárnicas El Alcázar


CANTIZANO SALSAS

El producto va directamente desde el campo a esa pequeña fábrica artesanal en la que, a modo de laboratorio, se trata el producto con el mimo y la delicadeza con la que se tratan las cosas que se hacen con amor e ilusión

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Así es la Huerta Jandeña

La huerta jandeña se expande entre las cuencas del Bárbate y el Guadalete a modo de una gran despensa al servicio de la gastronomía de la comarca, como históricamente lo ha sido para los pueblos circundantes y parte de la provincia. Una amplia gama de productos hortícolas y frutales, así como legumbres, siempre de temporada que salpican nuestros campos y lo dotan de color y vida.

Berenjenas, calabacines o tapines, habichuelas, tomates, varios tipos de pimientos, cebollas y ajos comparten parcela, entre las estructuras de caña de siempre, donde se entrelazan y cuelgan tomates y pimientos desiguales pero con un sabor único que marcan la diferencia. 

A ello hemos de sumar la riqueza de recursos alimentarios y de condimentación que nos ofrece nuestro campo y nuestros parques naturales, nuestra campiña y la sierra. Tagarninas, espárragos, tomillo, orégano y otras plantas aromáticas como el romero, conforman parte importante de nuestra tradición culinaria y nuestra cultura gastronómica. 

Con estos productos y siguiendo recetas y métodos tradicionales de producción y conservación, se elaboran ricas salsas, patés y conservas que presentan la riqueza gastronómica de la comarca de la Janda en variedades y formatos tan diversos como ricos.

De todo ello se nutre en la actualidad gran parte de las ventas y restaurantes de la comarca de La Janda que apuestan por un producto de calidad, de cercanía, de confianza, con sabores intensos, auténticos. Verduras, hortalizas, frutas y legumbres que huelen, saben, que tienen una textura y color especial. Unos productos para deleitarse con los cinco sentidos.