El Santuario de Nuestra Señora de los Santos de Alcalá es de los más visitados de la comarca y una de las singularidades que presenta, además de la gran cantidad de fieles que le profesan devoción a la Virgen de los Santos, es por contar con la mayor y mejor colección 'exvotos pintados' de Andalucía y una de las principales de España. El cuadro más antiguo data de 1758, lo que evidencia la histórica devoción de los fieles de Nuestra Señora de los Santos.  

Una de los aspectos que despiertan el interés de fieles y visitantes de este santuario, cuyo origen se remonta a la Edad Media, es el enorme contraste que ofrece una vez nos adentramos en él. La enorme sobriedad y belleza de la blancura impoluta de sus muros exteriores contrasta con la riqueza y policromía que ofrece en su interior. Cuadros, imaginería sacra y los frescos de la cúpula y sus pechinas ofrecen un impactante destello de color envolvente que atrapan al visitante. 

Entre los monumentos y atractivos culturales de Alcalá hemos de destacar sus fuentes y manantiales que salpican todo su término municipal. Fuentes y manantiales que, además del protagonismo histórico por la importante función social de abastecer de agua a la población y su interés etnográfico, hoy suponen un magnífico atractivo turístico y cultural. Entre ellas, la fuente La Salada, fuente Pozo de Arriba, Pozo de Abajo y Pozo de Enmedio.  

El Bronce de Lascuta es el documento escrito más antiguo datado en Hispania y se conserva en el Museo del Louvre de París. Se trata de uno de los más importantes documentos escritos que certifican la presencia romana por primera vez en Cádiz. Es una placa o esquela de bronce, de unos 25 por 14 centímetros, que recoge el resumen de un decreto datado el año 189 A.C. y hace referencia a los habitantes de Torre Lascutana. Esa es la historia, el misterio es cuál fue el lugar de su aparición y cómo pudo llegar hasta el Louvre.  

Lo que hoy es un magnífico Centro Cultural, tiempo atrás formaba parte de uno de los más grandes e importantes conjuntos arquitectónico de Alcalá de los Gazules. Con origen en el siglo XVI, el actual espacio cultural conserva, tras ser restaurado y puesto en valor, su majestuosidad y retales artísticos que recuerdan su glorioso pasado, tanto en el interior en pechinas y capillas con decoración y frescos, como en el exterior en su desgastada portada.