Juan Antonio e Isabel emprenden una aventura empresarial “de subsistencia” en esos momentos en los que, a finales de la primera década del siglo XXI, la crisis hacía estragos en una sociedad con una dinámica de vida vertiginosa, volátil y excesivamente falta de substancia. Es en ese contexto social y económico en el que un “perito agrónomo”, junto a su esposa, empieza a modelar minuciosamente este proyecto que mira de dentro a fuera. Enarbolando la bandera de los recursos y la materia prima autóctona como las tagarninas y los espárragos, la paciencia, la templanza y la cocción lenta de las cosas buenas y colmado de una inagotable sed de probar e innovar, de sacar lo mejor de cada uno de los productos que toca, este matrimonio ha creado una gama de salsas, patés y conservas que se consumen y exportan por medio mundo. 

El producto va directamente desde el campo a esa pequeña fábrica artesanal en la que, a modo de laboratorio, se trata el producto con el mimo y la delicadeza con la que se tratan las cosas que se hacen con amor e ilusión. La materia prima procede directamente del campo, ya que unos son directamente recolectados de éste, como es el caso de los productos silvestres estacionales, o bien de sus propias huertas donde ellos mismos cultivan los productos de temporada. 

A lo largo de esta travesía han logrado comercializar 3 conservas, 4 salsas y 5 patés vegetales que son exportados a medio mundo. Pero para Cantizano Salsas parece no haber límites ni fronteras, ya que siguen innovando con la incorporación a los nuevos productos de plantas aromáticas silvestres como el orégano y el laurel silvestre que recolectan en los campos de la Janda y el Parque Natural de los Alcornocales. La Picarnina (paté de tagarninas), Picárragos (paté de espárragos), Picapiquillos, el paté de Oliva, el paté de Berenjenas Esparragas, pimientos del piquillo, tagarninas con jamón, alcauciles, sofrito casero, el Pichichurri (el Chimichurri gaditano de Cantizano) al que ha colmado de toda la esencia gaditana con los sabores y aromas de Cádiz. El Pichichurri es la versión gaditana del chimichurri argentino, con la particularidad de que este producto de Cantizano Salsas lleva un ingrediente por cada una de las comarcas gaditanas: el aceite de la sierra, la sal de la bahía, vinagre de Jerez y las tagarninas de la Janda.

Todos sus productos son 100% de origen vegetal, salvo la tagarnina con jamón, que, como no, lleva ese oro ibérico.

El mejor halago es un paladar que vibre con los sabores de sus productos, pero éstos también han sido reconocidos, ya que “La Picarnina” fue galardonada por la Junta de Andalucía con la medalla de oro de Andalucía a la mejor conserva vegetal en 2018. Pero qué mayor premio y reconocimiento que el propio prestigio que están alcanzando estos productos paterneros a lo largo y ancho del mundo.