Tras un impresionante manto de verdes pinares, asoman playas, dunas, marismas y acantilados. Así es la escenografía espectacular, de uno de los lugares más mágicos de cuantos existen en el entorno Atlántico gaditano y andaluz, el Parque Natural de La Breña.
Un paraíso pequeño, de apenas 5.000 hectáreas, en el que los sentidos se ven desbordados por la singular belleza de ese triángulo natural que se dibuja entre Barbate, Caños de Meca y Vejer.
Triángulo de biodiversidad que dominan las torres del Tajo y Meca, esas que se asoman a aguas almadraberas, antaño piratas, y del que han hecho refugio águilas pescadoras, lechuzas, cernícalos, ánades reales, fochas comunes, patos cuchara, zampullines chicos, garzas reales e imperiales…
Crisol de azules, verdes y ocres, ‘creado’ para ser disfrutado intensamente entre perfumes de pinos piñoneros y aromas salinos.