La iglesia de Nuestra Señora de la Inhiesta que data de principios del siglo XVI de estilo mudejar y construida por el que fuera fundador de Paterna D. Francisco Enríquez De Ribera, Señor de Alcalá y que daría el nombre de Nuestra Señora de la Inhiesta en agradecimiento por la curación de la lepra por aquellos años.
Era habitual por aquellos tiempos que la iglesia fuera usada para reuniones del concejo del Cabildo, hay documentos que lo constatan, hecho que también revela la pronta construcción de las mismas, en apenas 10 años. Pero también fue lugar de convocatorias abiertas a la vecindad, cuyo llamamiento se hacía a través de las campanas. Como nota llamativa, parece que una de las campanas provenía del expolio de las ruinas del Castillo de Tempul.
La plaza de la Iglesia siempre fue lugar de congregación de la vecindad.
En la misma iglesia, adyacente, había almacenes y depósitos de la Cilla decimal de la villa, junto a la sacristía, resultado de una ampliación posterior al edificio original. La iglesia será objeto de varias reformas más motivadas por catástrofes meteorológicas en el último cuarto del siglo XIX.
Pero la Iglesia de Paterna también ha sido testigo de la vida política del pueblo, siendo atacada en 1936 por parte de anarquistas y lugar de ejecución por la dura represión tras el golpe de estado del 18 de julio. En 1978 un rayo daño el campanario y el reloj.
Del incendio de 1936 se libró la imagen de la Virgen de La Inhiesta y la imagen de María Auxiliadora, no corriendo la misma suerte otros cuadros e imágenes de gran valor.